De una noria de sangre a un horno de mina: las nuevas incorporaciones a la «lista roja» del patrimonio español
Como su propio nombre indica, que un monumento o un yacimiento esté en la «Lista roja» de Hispania Nostra –una asociación que defiende el patrimonio español– supone su posible desaparición en caso de que no se apliquen medidas con urgencia. He aquí los últimos enclaves a los que ha dado un toque de atención este verano.
Casas de la Travesía Cinco Villas
Tiene incluso una cuenta de Twitter y una petición en «change.org» para que no se lleve a cabo la demolición de la última casa medieval de Soria. Según recoge la página web de «Lista Roja de Patrimonio», las casas de la Travesía Cinco Villas son el último elemento conservado de lo que en su día fue el barrio o cuadrilla de San Miguel dentro de la división administrativa que quedó establecida en la ciudad entre los siglos XIV y XVI.
Fábrica La Hispano-Suiza
En completo estado de abandono, esta antigua factoría realizada por la Casa Gaudí y situada en Guadalajara –en funcionamiento desde 1917 hasta 1935 y luego desde 1946 hasta 1978– se dedicó, entre otros quehaceres, a la producción de automóviles y camiones durante su primera «vida». En su segunda etapa, se reutilizó primero para reparar vagones de Renfe y después para transformar hierros y chatarra en piezas mecánicas de acero templado.
Estación de Chinchilla
El complejo, situado en el pequeño municipio de Chinchilla de Montearagón (Albacete), se construyó en 1912 como parte de la conexión ferroviaria entre Madrid y Albacete. Sin embargo, la construcción de la estación de Albacete en 1967 y el descenso de la población de la barriada de la estación hicieron que poco a poco perdiese «lustre» y se cerrara en 2002. De todo ello, según recoge la web, se conserva un muelle de carga, el taller, las antiguas viviendas de empleados de Renfe y la propia estación; todos están en estado de abandono.
Noria de sangre
Situada en Torre-Pacheco (Murcia), se encuentra en peligro de ruina. Su nombre se debe a la fuerza animal que requería esta noria –importada por los musulmanes para extraer agua– para hacerlas girar y se convirtió en uno de los pilares de la economía del Campo de Cartagena, pues el agua se empleaba en el riego de los cultivos tradicionales de secano.
Iglesia del Convento de San Rafael
El edificio –en estado de ruina inminente– está en el pueblo viejo de Belchite (Zaragoza), considerado Bien de Interés Cultural. Su origen se remonta a finales del siglo XVIII como parte de un convento junto a otras dependencias como un colegio y el cementerio. Actualmente, el suelo está cubierto por vegetación y desde hace más de diez años la fachada cuenta con medidas de contención.
Mas Barber
Esta masía construida durante el siglo XIX se encuentra en el municipio de Constantí (Tarragona) y es considerada Bien Cultural de Interés Local. Su unicidad se debe a las pinturas al fresco que se encuentran en su interior –representaciones de sabios griegos– y la casi extinta pintura de esgrafiados de las paredes exteriores de la masía. Aunque en ruinas –ni siquiera se puede subir a la planta superior pues se derrumbó la escalera–, sigue en pie la puerta de la entrada y quedan restos de columnas.
Complejo minero de San Antón de Orihuela
Además de las minas –cuyo estado se desconoce–, está el llamado horno Santa Matilde (en buen estado de conservación), uno de los dos únicos hornos de calcinación de cinabrio de estilo Bustamante conservados del mundo; para más inri está construido sobre la pendiente de la sierra de San Miguel. También está la casa de los mineros –esta sí, en riesgo–. El complejo fue construido a finales del siglo XIX en la provincia de Alicante, pero su actividad cesó a los pocos años con la llegada del siglo XX. Su procedimiento para declararlo Bien de Interés Cultural está paralizado.
Aceñas de Gijón
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