Una red sísmica de miles de sensores
Se llama interrogador DAS (Distributed Acousting Sensing) y es un instrumento con el que se mejorará la monitorización de la actividad sísmica causada por el volcán Cumbre Vieja, que lleva ya más de un mes activo.
Para ello un equipo de investigadores del CSIC en Barcelona aprovechará usar el cableado de fibra óptica que se usa en el Observatorio de Roque de los Muchachos (en la imagen), transformando un cable de unos 8 km de largo en una red sísmica con miles de sensores que detectan el movimiento del terreno.
Fibra oscura para detectar seísmos
Los investigadores, pertenecientes al Instituto de Ciencias del Mar del CSIC (ICM-CISC) en Barcelona, aprovecharán ese largo cable para instalar el interrogador, desarrollado por el Grupo de Ingeniería Fotónica de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) y el Instituto de Óptica del CSIC (IO-CSIC).
Esa adaptación consiste en reaprovechar hilos del cable de fibra óptica que no se utilizan para la transmisión de datos. Esos hilos se conocen como «fibra oscura», y permitirán llevar a cabo las medidas mientras el resto de hilos se usarán para transmitir las señales sísmicas y distribuirlas tanto al Instituto Geográfico Nacional (IGN) y al Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN).
Según los responsables del CSIC, estos sensores (uno por cada diez metros de cable) harán posible «llevar a cabo estudios que son difíciles utilizando sismógrafos convencionales, como, por ejemplo, determinar la localización del tremor volcánico y su cambio en el tiempo”.
El ICM-CSIC ya usó la tecnología DAS el año pasado al transformar cables de comunicaciones submarinos que conectan las islas de Tenerife y Gran Canaria. Estos dispositivos emiten pulsos de luz láser a través de la fibra óptica y miden las pequeñas fracciones de señal reflejadas en las imperfecciones microscópicas del interior del cable.
Este tipo de sistemas de monitorización ya permitieron detectar en 2018 un terremoto ocurrido en las Islas Fiji. Lo sorprendente es que los equipos que detectaron el seísmo a 9.000 km de distancia, en el área metropolitana de Pasadena (California).
Más información | CSIC
FUENTE
XATAKA