Un médico inventa una disparatada teoría de la conspiración para desarmar a los antivacunas
Un médico inventa una disparatada teoría de la conspiración para desarmar a los antivacunas
Últimamente circula por las redes sociales un meme que propone una estrategia infalible para combatir a los conspiranoicos: responder a sus sospechas con una conspiración aún más disparatada. Si, por ejemplo, alguien trata de convencerte de que el hombre no fue a la Luna, podemos responder con un “¿pero en serio crees en la Luna?”, que automáticamente dejará sin argumentos al suspicaz.
Al contrario de los que dudan del alunizaje del Apolo XI (y en otras cuatro misiones tripuladas posteriores) son, por definición, mucho menos peligrosoc que los antivacunas, que se propagan por internet a mayor velocidad que las enfermedades infecciosas. Los antivacunas están detrás del terrible brote de sarampión en Filipinas que afecta a 33.000 personas y ha causado 466 muertes, por poner un ejemplo reciente.
Preocupado por el auge de los antivacunas, un usuario de Reddit abrió un hilo en esta comunidad en la que preguntaba a los médicos sobre sus experiencias con padres antivacunas. Entre los cientos de respuestas brilló con luz propia esta intervención de un estudiante de cuarto curso de medicina, que puso en práctica el consejo reseñado anteriormente: la mejor receta contra la conspiración es más conspiración.
“Esta mujer era un imán para las teorías de conspiración. En su visita al pediatra citó prácticamente todas, desde el 11-S a los chemtrails. Por supuesto también creía en la conspiración de las vacunas, de modo que optaba por proteger a su hijo de un año de las malvadas farmacéuticas”, explica el galeno en su intervención.
Su trabajo consistía en recopilar información sobre el historial médico del niño y realizar pruebas que debía examinar el pediatra posteriormente. Tras descubrir que el niño no estaba vacunado y que la madre era afecta a las teorías de la conspiración, el estudiante decidió contraatacar: “La mujer enumeró 15 razones por las que las vacunas son más peligrosas que las enfermedades que supuestamente prevenían, incidiendo en la maldad intrínseca de las compañías farmacéuticas”.
Después de escuchar pacientemente su perorata, el médico le respondió con calma: “¿Ha considerado la posibilidad de que la propaganda anti-vacunas pueda ser un intento de los rusos y los chinos para debilitar la salud de los habitantes de Estados Unidos”.
La reacción fue impagable, según relata el narrador: “En un momento de disonancia cognitiva catastrófica, juro que pude oír un extraño sonido saliendo de sus sesos. Literalmente, le partió en dos. La visión de una teoría conspirativa crecientemente ridícula fue demasiado fuerte”.
FUENTE
https://blogs.publico.es/strambotic/2019/07/conspiracion-antivacunas/