SAN CRISTOBAL por JULIO CRUZ GARCIA
San Cristóbal de Pagano a Cristiano y más tarde nuevamente eliminado del Santoral.
La figura de San Cristóbal tiene su origen en las tradiciones paganas, poniéndolo en contacto con dioses y héroes, desde Eneas o Hércules al dios Anubis, como portador de las almas en su función de psicopompo . A partir de la Leyenda Dorada en el siglo XIII. Durante la Edad Media su culto se extendió tanto en Oriente como en Occidente en iconografías diferentes. Perdiendo su advocación después de la Contrarreforma , hoy sigue presente, al ser considerado patrón de los viajeros, en la devoción popular. Sufriendo modificaciones propias de los valores estéticos de cada momento.
La relación de este Santo con el mundo cristiano y el pagano, nos ha dejado multitud de ejemplos. Gracias a la recopilación histórica de sus leyendas. Nos encontramos con la figura de un Santo, cuyas funciones, antes del cristianismo con raíces en la mitología de Egipto y la Grecia de las guerras troyanas, enredándose con las divinidades del Olimpo.
Leyendas sobre, Santos mártires de la primera época del cristianismo tienen paralelismo con los que fueron dioses y héroes paganos, próximos a la tradición cultural y por tanto fácilmente asimilables para los nuevos cristianos.
San Cristóbal, nos permite seguir su trayectoria a través de dos aspectos:
1. Representación iconográfica: En Oriente le pone en relación directa con el propio Anubis, dios egipcio de los muertos, cuya representación es en forma de perro tendido o bien de hombre con cabeza de perro o chacal. en Occidente, como porteador cuyo referente encontramos en Eneas, príncipe troyano, hijo de Afrodita y de Anquises, cuya iconografía le representa llevando a sus espaldas a su anciano padre, y que ya fue adoptada por los etruscos.
2. Significado iconológico: Advocación en relación directa con el mundo del más allá; como protector; como ejemplo de fortaleza, tanto física como moral, que nos recuerdan al héroe griego Heracles. Con Anubis, que está relacionado con el mundo de los muertos, en funciones de psicopompo, y dios guardián de las necrópolis. San Cristóbal, aúna muchos referentes de la mitología más antigua sus funciones de psicopompo, transporta las almas a través de la Laguna Estigi como Caronte; su fortaleza para transportar el mundo en sus hombros, como Titán Atlas, tiene que sostener la bóveda celeste por castigo de Zeus; Heracles y las pruebas a la que se ve sometido elevándolo ante otros mortales como también le paso a Eneas alcanzando su divinización.
Es evidente que las funciones asignadas desde antiguo a los dioses no se pierden, solo se reencuentran, bajo una nueva imagen, siendo San Cristóbal uno de los mejores ejemplos. su historia fue configurándose hasta culminar en una leyenda increíble e irreal, recogida en la Leyenda Dorada de Jacopo de la Vorágine del siglo XIII. Esta mantendría su fuerza y devoción hasta la llegada de la Contrarreforma y el Concilio de Trento donde llego a la decadencia. La Iglesia al depurar a sus Santos, no puede permitir al protestantismo ningún ataque de superchería, y este Santo tienen una procedencia confusa, y fantástica. Pero el fervor religioso no desaparece y renace a pesar de todo, hoy es considerado como el patrón de los que tienen que viajar, y además siendo la referencia para todo aquello que implique el riesgo del tránsito en vida o hacia la muerte.
LA LEYENDA:
En la narración de Jacopo de Voragine, resaltaríamos dos hechos: Su nombre, Cristóforo, y su martirio. Cambió su nombre de Réprobo, en el Bautismo, por el de Cristóforo, (conductor de Cristo). Réprobo, era un hombre físicamente fuerte y grande que busca ponerse al servicio del rey.
Permanece al servicio del Rey Cananeo pero descubre que éste teme al diablo. Lógicamente deja de prestarle sus servicios y busca al diablo para ponerse a su lado, pero que el diablo teme a Jesús, luego Réprobo busca a Jesús y por medio de un ermitaño llega a su conocimiento y se convierte al cristianismo.
Este lo pone al servicio de los hombres con la misión de ayudar a cruzar el río a los peregrinos o viajantes, por falta de puentes. Un niño solicita su servicio, al atravesar el río siente que sus fuerzas flaquean ya que el niño pesa muchísimo, con gran dificultad consiguen llegar a la otra orilla, descubre que el Niño es Jesús, y el peso es porque a sus espaldas ha llevado al mundo y a su creador.
Así queda justificado el cambio de su nombre, y su papel. Más tarde se encamina a tierras de Licia, dando testimonio de su fe e iniciando su predicación. Su rey no lo doblega pero intentará corromperlo, por medio de dos mujeres, Aquilina y Nicea, éstas fracasarán y serán convertidas por el Santo y por ello sufrirán martirio.
El rey decidirá su martirio, mediante tormentos, golpes, fuego, es saeteado con miles de flechas, etc., ninguno de ellos tiene el menor efecto en él. Los episodios cobran un cariz fantástico con el milagro de la flecha en el ojo del rey, que a pesar de su maldad quedará curado con la sangre de San Cristóbal una vez que haya sido decapitado.
CULTO Y PATRONAZGO DE SAN CRISTÓBAL
De culto en Occidente tardío, en Oriente ya estaba afianzado en el siglo V, pasando a Constantinopla y Sicilia y desde allí a Europa. Desde el siglo X su nombre va asociado a su iconografía, hombre gigante convertido al cristianismo cambia su nombre Réprobo por el de Cristóforo; “Aquel que lleva a Cristo en su corazón”, pasando a significar “que lo lleva en su espalda” para dar corporeidad a lo espiritual.
Modelo de fortaleza, aunque sus Actas de Martirio no tengan ninguna fiabilidad. Su culto se extenderá rápidamente, representándose en fachadas de iglesias y en entradas de murallas de ciudades, con dimensiones gigantescas se podrá ver desde lejos con facilidad. Según la tradición popular quien mira al Santo tiene garantía de no morir en las siguientes veinticuatro horas, quedando como protector ante la muerte súbita. En la Edad Media su culto aumenta en Occidente pero en Oriente se mantiene el culto con una particular iconografía anterior. Se convierte en patrono de múltiples oficios, como los arqueros y otros oficios peligrosos, en relación la muerte súbita, incluso contra el mal de ojo, por curar el ojo del rey con su sangre. También será patrón de descargadores, portadores, barqueros y constructores de barcos, se le hizo patrón de los caminantes, peregrinos con dificultades para cruzar los ríos por falta de puentes, también fue patrono de los jardineros y agricultores de árboles frutales, le dedicaron multitud de iglesias en toda Europa. En el siglo XVI la figura del Santo pierde popularidad. La Iglesia llega a ordenar la destrucción de sus imágenes, perseguido por los humanistas por considerarlo parte del culto supersticioso. Incluso Erasmo tacha de tontos a quienes creían en la imagen de un Polifemo cristiano que los libraría de multitud de males. En Berna, los reformadores protestantes reconvierten éstas gigantescas imágenes, en Goliat. Durante los siglos XVII y XVIII desaparecen de las Iglesias. Pero el hecho de convertirlo en patrono de los automovilistas ya en el siglo XX, dará un nuevo impulso a su culto y popularidad. Se le van a dedicar iglesias, como la construida en París en 1933, cerca de la zona de la fábrica automovilística de Citroën.
CONTENIDO SIMBÓLICO Y PRÉSTAMOS ICONOGRÁFICOS
Según las leyendas orientales el Santo pertenecían a una tribu de antropófagos, con cabeza de perro (cinocéfalo), esto lo relacionaría con la cultura egipcia y el culto a Anubis, dios egipcio de los muertos, representado bien como hombre con cabeza de perro o chacal. Anubis desempeña en la religión egipcia la función, de psicopompo, un ser encargado de conducir a las almas al reino de los muertos, a la otra vida.
En el Museo Bizantino de Atenas. Encontramos una representación del Santo de cabeza cinocéfala, pertenece a la Escuela de Asia Menor confirmando su dualidad iconográfica que a su vez la pone en relación con tradiciones enraizadas desde muy antiguo en esa zona. No tengo ninguna duda de su identificación con el Santo ya que su nombre viene escrito en la tabla: Cristóforo, incluso sus vestiduras obispales y la cruz potenzada y patriarcal en las manos le delatan.
La imagen nos habla de un culto extendido entre el pueblo, aunque extraña al mundo occidental, estos elementos animalísticos con humanos no son frecuentes. La representación zoomórfica sólo se encuentra en los Tetramorfos, de los evangelistas, del Apocalipsis de San Juan, en animales (águila, león, buey), como tradición de los Bestiarios medievales.
En Occidente su representación iconográfica tendría raíces en el mundo pagano. San Cristóbal, portador de Cristo, o portador del mundo, nos pondría en relación con la mitología clásica. En la griega sin ir más lejos encontraríamos varios ejemplos entre sus dioses y héroes que dando contenido simbólico además de imagen iconográfica.
Esto es lo que encontramos por ejemplo en el sarcófago del cónsul Junio Basso del siglo IV d.C. En el centro está el Cristo maestro, joven, imberbe, al lado, Pedro y Pablo. Cristo representa la sabiduría. A los pies de Cristo, encontramos un personaje, de aspecto fornido y barbado sosteniendo el peso de la escena. Es Atlas, castigado por Zeus, sosteniendo el globo terráqueo. No olvidemos que San Cristóbal es el portador del mundo.
El río con su simbología propia de vida y muerte, de paso de una orilla a otra, como paso de la vida a la muerte, nos lleva a relacionarlo con Caronte, barquero de los infiernos, que conduce a las sombras de los muertos de una a otra orilla de los ríos que guardan los infiernos. El río Aqueronte, por el cual corren aguas margas y cenagosas, el Estix, cuyas aguas negras y mordientes que corroían los más duros metales, daban nueve vueltas alrededor del infierno formando la Laguna Estigia. Por ésta juraban los dioses y no les era permitido quebrantar el juramento; el río Cócito, río cavernoso formado por las lágrimas de los desgraciados; el Flegetante, por el cual corrían llamas en lugar de agua, y por último el Leteo, que hacía olvidar lo pasado a cuantos bebían de sus aguas.
No cabría en este caso hablar de una relación iconográfica directa entre ambos, ya que a Caronte siempre se le describe y aparece representado en barca. Si podemos encontrar a través de él un contenido iconológico aplicable a San Cristóbal, pues éste es considerado un santo en relación tanto con la muerte como con el tránsito (recordemos que San Cristóbal es el santo al que se encomienda en caso de muerte súbita, así como el patrón de barqueros y constructores de barcos).
Dos personajes mitológicos, Hermes y Hércules.
Hermes, dios psicopompo, conductor de almas y patrón de viajeros, representado con el niño Dionisyos, que transporta para ser criado por las Ninfas.
Hércules, héroe mitológico, hombre fornido, musculoso que transporta a Eros, dios del amor este nos llevaría al, portador de Cristo, Eros sería el Niño que el Santo lleva al hombro.
Así mismo algunas veces se le representará sólo pero, generalmente, con el Niño y otras en fondos lisos o incluidos en un paisaje, con río y la figura del ermitaño. Ésta figura tiene una interesante interpretación ya que en un primer momento en las figuraciones de San Cristóbal no aparece, pero más adelante se le suele representar, casi siempre en un tamaño inferior al normal. Durante la Edad Media el ermitaño empieza a inscribirse en el paisaje y portando un candil o farol, aunque la representación sea de día, lo que podría simbolizar la luz de la fe cristiana. Así mismo forman parte del entorno por lo general tanto la cabaña del Santo como la del ermitaño.
EVOLUCIÓN ICONOGRÁFICA DE SAN CRISTÓBAL
La representación iconográfica de San Cristóbal en Occidente ya ha quedado definida: hombre con rasgos de gigantismo y el Niño Jesús a sus hombros, vara florida o no, en ocasiones con la palma del martirio, vestimenta tosca, recogida o corta.
Mientras, en Oriente, continúan las representaciones del Santo con cabeza de perro, como queda recogido en los Museos de Sofía y Leningrado. San Cristóbal aparece en ella representado con atributos guerreros, la espada en la mano haciendo alusión a su primitiva condición de soldado pero, por supuesto, mantiene su aspecto cinocéfalo.
En Occidente este culto entra en decadencia, aunque no ocurre lo mismo en Oriente, que sigue siendo representado hasta el siglo XIX. Desde el Concilio de Trento y la posterior Contrarreforma la Iglesia se preocupa de cuidar todo lo referente a sus Santos y apartar la devoción de aquellos que por exceso de dudas o por ser producto de la devoción popular no se sometieran al rigor necesario. Esto, junto con la mejora en las condiciones de vida y la desaparición de las grandes pestes, harán decaer su culto y por tanto también su representación.
En la actualidad su protección ya no es oficial, pues hace bastantes años que el Concilio Vaticano II lo eliminó del santoral, considerándolo una pura leyenda medieval. Aunque se ha eliminado del santoral la iglesia autoriza su culto, así como la preservación de los modelos históricos. Seguro que muchos de ustedes lo habrán visto en forma de imán, en el salpicadero de algún coche, debido a su fama como patrón de los conductores pero seguramente después de leer este artículo, tendrán otra visión de un Santo que lo fue y que fue eliminado del Santoral, por su origen pagano pues como siempre los seres humanos, fabrican sus mitos a la vez que los destruyen, pero algo queda……………
JULIO CRUZ GARCIA
(Resumen basado en el trabajo realizado por MARÍA DOLORES GARCÍA CUADRADO).
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