Por qué es casi imposible que el asteroide 2009 JF1 impacte en la Tierra
Las noticias de asteroides que se acercan a nuestro planeta son relativamente frecuentes. Las de que alguno quizás impacte con la Tierra no lo son tanto, pero en los últimos días se ha estado hablando de eso: de cómo quizás el asteroide 2009 JF1 impacte contra la Tierra.
Lo cierto es que eso es virtualmente imposible. Al menos, a corto plazo, porque la NASA, que tiene instrumentos como Sentry para seguirle la pista a estos cuerpos celestes, ha dejado claro que la probabilidad es bajísima. Ahora toca hablar de Palermo y de Turín. No de las ciudades. De las escalas.
Váyanse a sus casas, aquí no hay nada que ver
A los seres humanos nos parece dar morbo eso de que un asteroide impacte en la Tierra. Quizás porque eso nos daría la oportunidad de demostrar que lo de ‘Armageddon’ no era tan loco.
La NASA le sigue la pista desde hace tiempo a uno llamado 2009 JF1, y hace meses que ya dejó claro que la probabilidad del impacto del 2009 JF1 en la Tierra era entonces de tan solo el 0,026%. Que igual no parece una cifra tan improbable, pero ahí es donde entran las escalas de Turín y de Palermo.
La escala de Palermo («Escala Técnica de Amenaza de Impacto de Palermo» en su nombre completo) es una escala de tipo logarítmico que mide el riesgo de impacto de un objeto próximo a la Tierra. La idea es comparar la posibilidad del impacto potencial del objeto detectado con el riesgo medio de otro objeto de tamaño igual o superior a lo largo de los años.
En la escala de Palermo, algo más «científica» se trabaja con valores continuos: un valor de -2 significa que solo existe un 1% de riesgo medio de impacto. El valor 0 indicaría que la probabilidad de impacto está al 50% con la probabilidad del riesgo medio. Si ese valor es 2 estaríamos apañados: la probabilidad de impacto sería 100 veces superior al riesgo medio. Y sin embargo, podemos estar tranquilos: jamás se ha descubierto un asteoride o cometa que se acerque siquiera al valor 0.
El asteroide que nos tuvo más preocupados fue 99942 Apofis, que cuando fue estudiado en diciembre de 2004 planteaba una probabilidad de colisión del 2,7% en 2029. Posteriores observaciones descartaron impactos con la Tierra y la Luna y bajaron su calificación en esa escala, haciendo que otros seis asteroides tuvieran mayores valores y por tanto (algo) mayor riesgo de impacto.
En los últimos años solo dos asteroides han tenido un valor por encima de -2. Uno es Bennu (-1,41) y el otro, 1950 DA (-1,42). Hay otros tres con valores por encima de -3, y hasta 24 con valores por encima de -4.
Ninguno de ellos (salvo quizás esos dos primeros) es preocupante, y eso es importante, porque el asteroide 2009 JF1 lo es aún menos: según el sistema Sentry su valor de la escala de Palermo es -4.41.
La escala de Turín facilita las cosas aún más para los profanos. Este método de clasificación del peligro de impacto asociado a objetos de tipo NEO (Near Earth Objects) simplifica los valores y usa una escala de 0 a 10 y valores siempre enteros.
Fuente: Wikipedia.
En esta escala un valor 0 revela que el objeto tiene posibilidades casi nulas de colisionar con la Tierra. Un valor de 10 implicaría una colisión segura en los próximos 100 años, y solo a partir del nivel 5 se considera el evento como una verdadera amenaza.
Adivinad qué valor le corresponde a 2009 JF1 en la escala de Turín. Exacto. Ese valor es 0 para este asteroide. Los últimos datos de Sentry de hecho actualizaban la probabilidad de ese 0,026% que se estimaba hace meses a un 0,00074% actual. Si ya era difícil que tuviésemos problemas a corto plazo con ese asteroide —la cosa podría cambiar en un futuro lejano—, ahora lo es aún más.
No solo eso. 2009 JF1 es un asteroide de unos 10 metros de diámetro y a pesar de su velocidad (de llegar a nuestro planeta, entraría en la atmósfera a una velocidad de 26,39 km/s) lo más probable es que acabara desintegrándose en el proceso de entrada.
FUENTE
XATAKA