Los políticos son la otra gran excepción a la nueva norma anti-deepfakes de Facebook
Ayer te contábamos que Facebook acababa de anunciar un cambio en su política de gestión de contenidos manipulados, con el fin de frenar la difusión de noticias falsas y de controlar la creciente popularidad de los vídeos ‘deep fake’.
Rápidamente se alzaron las primeras críticas contra la medida, porque dejaba abiertas varias excepciones por las que podían seguir colándose los bulos: se seguían permitiendo los deepfakes con fines satíricos y paródicos y «los vídeos que hayan sido editados únicamente para omitir palabras o cambiar su orden».
Sin embargo, ahora sabemos que Facebook aplicará una tercera excepción. Una aún más notable, de hecho, por su repercusión social: el contenido publicado por políticos no será censurado aunque publiquen deep fakes sobre sus rivales.
Al fin y al cabo, dicha excepción es muy coherente con su decisión de hace unos meses de no eliminar ni verificar la veracidad de las publicaciones de políticos, aunque éstas violen las políticas de la red social
El agujero del ‘interés periodístico’
Andrea Vallone, portavoz de la compañía, ha explicado al medio online estadounidense Mashable que Facebook aplica a los políticos «los mismos estándares que a otros usuarios cuando se trata de medios manipulados», pero que
«Si el contenido reviste algún interés periodístico, aunque viole la norma, evaluaremos caso por caso si debe permitirse su permanencia en la plataforma».
Es decir, se aplican los mismos criterios… pero no, pues ¿en qué cabeza cabe que lo que puedan publicar Trump o sus rivales electorales, por falsario que sea, podría considerarse ajeno al interés periodístico?
Mashable preguntó a Vallone qué ocurriría si un contenido de interés periodístico llegaba a calificarse como manipulado, ¿se etiquetaría al menos como tal para que el usuario disponga de dicha información? «No recibimos respuesta inmediata», aclara el medio.
Deepfakes vs cheapfakes
«Si bien estos vídeos [los deepfakes] aún son raros en Internet, representan un importante desafío para nuestra industria y nuestra sociedad a medida que aumenta su uso», sostenía Monika Bickert, vicepresidenta de gestión de políticas globales de la compañía, en una publicación de su blog corporativo.
La propia Bickert testificará hoy ante el Congreso de los EE.UU. como parte de una investigación sobre «manipulación y engaño en la era digital». Pero varios medios estadounidenses han señalado que Facebook no deja del todo claro qué ocurriría, según esta nueva norma, con uno de los contenidos políticos manipulados más famosos del 2019: el vídeo que trataba de presentar como borracha a la portavoz demócrata Nancy Pelosi.
Dicho vídeo no altera el orden de sus palabras (sólo las ralentiza) y tampoco es un deepfake (es un ‘cheapfake’, un vídeo manipulado mediante «métodos de baja tecnonología», sin recurrir a la inteligencia artificial), por lo que todo indica que, tal y como está redactada la nueva norma de Facebook, seguiría siendo compartible en la red social.
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