La Unión Europea pone fecha límite a la gasolina
Los legisladores de la Unión Europea (UE) acaban de aprobar una ley que prohibirá de manera efectiva la venta de autos nuevos a gasolina y diésel en la región a partir de 2035, una de las medidas más agresivas para acelerar la transición hacia los vehículos eléctricos y parte de la estrategia «Fit for 55».
En el bloque, conformado por 27 países, se busca que autos y vehículos comerciales emitan cero emisiones de CO2 para mediados de la década, de ahí también la prohibición para la gasolina.
Según las reglas, anunciadas por la Comisión Europea este martes, los vehículos pesados deberán reducir sus emisiones en un 45% para 2030 y en un 90% para 2040, mientras que los autobuses urbanos deberán tener cero emisiones para 2030.
Sin embargo, la medida todavía tienen un par de etapas más por las que pasar antes de convertirse en ley. Debe ser aprobada formalmente por el Consejo de la UE y publicados en el Diario Oficial del bloque.
Los partidarios del proyecto de ley argumentan que les da a las automotrices europeas un marco de tiempo claro para cambiar la producción a vehículos eléctricos, con lo que también se estimulará la inversión para contrarrestar la competencia de China y Estados Unidos.
«Estos objetivos generan claridad para la industria automotriz y estimulan la innovación y las inversiones para los fabricantes de automóviles”, dijo el político holandés Jan Huitema, quien negoció en nombre del Parlamento Europeo al redactar el acuerdo.
De acuerdo con Huitema, comprar y conducir autos cero emisiones será más barato para los consumidores y un mercado de segunda mano surgirá más rápidamente, pues la medida hará que la conducción sustentable sea accesible para todos y todas en la región.
Pero los opositores argumentan que ni la industria ni muchos automovilistas están preparados para un final tan dramático para los vehículos con motor de combustión interna y que cientos de miles de puestos de trabajo están en riesgo.
De acuerdo con Jens Gieseke, miembro del Partido Popular Europeo (EPP) de centroderecha, en Alemania trabajan 600,000 personas en la producción de motores de combustión interna y esos puestos de trabajo están en peligro.
EPP advirtió sobre lo que dijo sería el «efecto Habana»: los europeos continuarán conduciendo autos antiguos que queman combustible después de que se prohíban las nuevas ventas porque no podrán encontrar o pagar uno eléctrico.
FUENTE
XATAKA