La nueva generación de satélites Starlink de Elon Musk vuelve a “brillar”
Las preocupaciones de los astrónomos de que sus observaciones del espacio se vean afectadas por la constelación de satélites Starlink, la solución de Elon Musk para llevar internet a través de su compañía SpaceX, está aumentando, ya que la compañía ha comenzado a lanzar nuevas versiones de sus aparatos que son más brillantes que los de la generación anterior.
Hasta ahora, la empresa ha puesto en órbita más de 2,450 satélites, y desde hace un tiempo forman parte de la versión de diseño 1.5 (V 1.5), mismos que carecen de los visores especiales que SpaceX instaló en generaciones anteriores para evitar que la luz solar llegara a las superficies reflectantes de los satélites y en consecuencia, hacer que reduzcan su brillo, vistos desde el suelo.
De acuerdo con SpaceNews, este aditamento no era compatible con los enlaces láser entre satélites instalados en los V 1.5, y los astrónomos ya han comenzado a notar que su nivel de brillo es mayor que los anteriores Starlink «VisorSat».
Durante un panel de discusión de la 240 reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense (ASS) un astrónomo de la Universidad de Michigan, Pat Seitzer, quien se dedica a estudiar el brillo de los satélites comentó que los VisorSats se encontraban en una magnitud de 6.5, muy cerca de la recomendación establecida de no ser más brillante que la magnitud siete, para minimizar la interferencia con observaciones astronómicas. Sin embargo, los satélites V 1.5 son aproximadamente media magnitud más brillantes que los VisorSats.
A la izquierda los Starlink V 1.5 y a la derecha los VisorSats con unas pequeñas «aletas» para evitar reflejar el brillo del Sol
El riesgo de los nuevos modelos y las soluciones
Ahora Seitzer apunta a que la mayor preocupación no son los V 1.5, sino la segunda generación de satélites Starlink, mismos que al ser más grandes, están diseñados para ser lanzados desde la Starship de SpaceX y que traerán además de sus beneficios de conectividad, un mayor nivel de brillo.
De momento los astrónomos desconocen cuál será su brillo exacto, pero tienen esperanzas en que se puedan incorporar las lecciones aprendidas hasta ahora para evitar sean cuatro veces más brillantes que los modelos actuales.
También se está trabajando en nuevas tecnologías para mitigar su brillo, entre las que se encuentra una especie de calcomanía de espejo dieléctrico, que se coloca en los satélites para relejar la luz solar lejos de la Tierra.
Además hay otras alternativas, recubrirlos con vantablack, una de las pinturas más oscuras disponibles hasta ahora, lo que los haría 10 veces más tenues, pero se erosiona en el espacio y tiene un rendimiento térmico deficiente.
Este no es el único frente que los astrónomos están considerando, pues también lo hacen desde el lado político, con la intención de que se desarrolle una ley de competitividad para realizar estudios y medir el impacto real de las constelaciones de satélites en la astronomía.
Imagen en portada: Los satélites Starlink pasan (verticalmente) cerca del Bosque Nacional Carson, Nuevo México | M. Lewinsky
FUENTE
XATAKA