La exposición a una crisis como la del COVID-19 aumenta la voluntad de renunciar a las libertades civiles
Según una reciente encuesta realizada a más de 370.000 personas de 15 países, crisis como la de la COVID-19 facilita que las personas renuncien a sus libertades civiles en aras de mejorar el problema. Es decir, pagar como tributo su libertad a cambio de salud.
La libertad como moneda de cambio
La noción de que los humanos tienen derechos naturales e inalienables se remonta a Locke, Mill y Rawls. En las democracias liberales, las libertades civiles son tan fundamentales que los filósofos políticos a veces las consideran ‘sagradas’ y que no están sujetas a concesiones.
Sin embargo, estamos dispuestos a sacrificar parte de nuestra la libertad para convivir con otras personas en sociedad (siguiendo unas normas) o porque nuestra doctrina política así lo estipula (dando más importancia a la igualdad que a la libertad, por ejemplo). También parece que preferimos la salud a la libertad.
Cuando las sociedades se enfrentan a crisis importantes, se exacerban las compensaciones entre las libertades civiles individuales y el bienestar social.
En la encuesta citada afloran cuatro resultados principales.
Uno. Muchas personas en todo el mundo revelan una clara voluntad de renunciar a varios tipos de libertades civiles para mejorar las condiciones de salud pública. Pero los países difieren mucho en su disposición a renunciar a las libertades civiles.
Dos. De manera consistente en todos los países, encontramos que la exposición individual a los riesgos para la salud afecta la forma en que los ciudadanos navegan en equilibrio entre las libertades civiles y la salud pública.
Las personas más propensas a los riesgos para la salud relacionados con COVID-19 están MÁS dispuestas a sacrificar los derechos y la libertad, relajar las protecciones de privacidad, suspender los procedimientos democráticos, delegar decisiones en expertos y aceptar fuertes medidas de salud pública que limiten la actividad económica y la movilidad.
Tres. Las opiniones de las personas sobre el equilibrio entre la salud pública y las libertades civiles se pueden cambiar con información: la información sobre las demandas de salud pública aumenta la voluntad de renunciar a los derechos. La información centrada en los riesgos de la erosión de las libertades civiles a largo plazo disminuye la disposición.
Cuatro. Las preocupaciones sobre la salud de las personas han disminuido desde marzo en todos los países … y también su disposición a renunciar a las libertades civiles. Recientemente, las preocupaciones han vuelto a aumentar levemente y se han visto reflejadas en una voluntad (ligeramente) renovada de renunciar a las libertades civiles.
Aquellos con menos educación, un vínculo laboral más débil y las minorías raciales (en los Estados Unidos) están menos dispuestos a renunciar a las libertades. Quizás, las libertades civiles no son del todo ‘bienes sagrados’, pero la capacidad de intercambiarlas libremente es un ‘bien de lujo’ que algunos no pueden permitirse.
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