¿Estamos solos en el Universo? La respuesta da miedo…
“¿Estamos solos en el Universo?” Se trata de una pregunta universal, una pregunta que todos nos hemos hecho y que desde que el ser humano miró a las estrellas por primera vez, nos ronda en la cabeza.
A lo largo de la historia se han dado multitud de respuestas a esta pregunta, pero cada vez que los avances científicos dan un paso más en esta dirección… nos surgen nuevos interrogantes.
En este artículo no quiero (y no puedo) dar una respuesta, cada uno más adelante podrá sacar sus propias conclusiones. En este artículo quiero explicar la Paradoja de Fermi, una paradoja sobre la vida fuera de la tierra cuyas consecuencias resultan tan abrumadora que pueden dejarte en shock y hacerte pensar durante un buen rato.
La Paradoja de Fermi “abre la caja de Pandora” y nos llena la cabeza con posibles respuestas que plantearnos sobre la vida fuera de la tierra, algunas de ellas realmente terroríficas.
La paradoja de Fermi
Enrico Fermi era un físico italiano que trabajó en el proyecto Manhattan (el proyecto para el desarrollo de la bomba nuclear). Se trataba de un científico de gran prestigio que incluso llegó a ganar el premio Nobel de física en 1938 por sus contribuciones en radiactividad inducida.
Durante el desarrollo del proyecto Manhattan tuvo una discusión con otros compañeros del laboratorio que giraba en torno a la siguiente pregunta: ¿Es el ser humano la única especie desarrollada del universo?. Aunque muchos de sus compañeros pensaban que deberían existir otras civilizaciones como la nuestra (o más avanzadas) por una mera cuestión de probabilidad, Enrico Fermi se mostraba más prudente. Fue ahí cuando planteo su paradoja: “Si existen otras civilizaciones avanzadas en el Universo cómo es posible que no hayamos encontrado rastro de ellas” (sondas, naves, transmisiones etc…).
La cuestión es que cuando Fermi formuló esta paradoja en 1950 la exploración espacial aún se encontraba en una fase embrionaria y por ello era fácil rebatir su respuesta simplemente diciendo que no habíamos buscado lo suficiente. Lo curioso es que en el año 2015, después de más de 40 años de desarrollo del proyecto SETI, teniendo en el espacio potentes telescopios como el Hubble, el Chandra o el Spitzer y habiendo enviado señales de radio a más de 100 años luz de la tierra, todavía no hemos descubierto nada. Cuanto más tiempo pasa y más lejos llegamos en nuestra investigación espacial, más relevancia cobra la paradoja de Fermi. ¿Por qué seguimos sin encontrar rastro de vida inteligente? ¿A qué se debe este gran silencio?
La ecuación de Drake y las civilizaciones Super-Avanzadas
El tamaño del universo es inconcebible para la mente humana, por eso la creencia popular nos hace pensar que si sólo hay unas pocas civilizaciones en él, será difícil que se encuentren las unas a las otras. Pero…¿es eso realmente cierto? ¿cuántas civilizaciones podrían habitar el universo?
Frank Drake, presidente del instituto SETI, formuló la ahora conocida como ecuación de Drake en un intento de estimar el número de civilizaciones que existen en nuestra galaxia y que son susceptibles de emitir ondas de radio detectables. En sus estimaciones iniciales en 1961, Drake y su equipo resolvieron la fórmula con un resultado de 10 civilizaciones avanzadas en nuestra galaxia que deberían estar dejando un rastro detectable para la tecnología con la que contaban en aquellos momentos. 54 Años después y con tecnología más desarrollada, seguimos sin haber encontrado ni una pista que nos haga sospechar que dichas civilizaciones existen.
La ecuación de Drake tienen en cuenta parámetros como el ritmo de formación de estrellas, el porcentaje de estrellas que tienen planetas, la fracción de esos planetas en los que la vida se podría haber desarrollado etc. Como te puedes imaginar, los datos con los que completaron la ecuación eran más bien una estimación “a ojo de buen cubero”, de todos modos gran parte de la comunidad científica los apoyó y de hecho más tarde otros estudios los siguieron reafirmando.
Según esta misma ecuación y las estimaciones que se hicieron en su momento, en nuestra galaxia, la vía Láctea, deberían existir unas 100.000 civilizaciones inteligentes y 10 de ellas susceptibles de ser detectables. Con estos datos podríamos dejar de pensar que sólo existen unas pocas y lejanas civilizaciones, hemos pasado de unas pocas civilizaciones en todo el universo a aproximadamente 100.000 únicamente en nuestra galaxia. Por supuesto algunas serán menos avanzadas que la nuestra y por lo tanto serán difíciles de detectar, pero otras serán mucho más avanzadas y el “rastro” que dejan en la galaxia debería ser más fácil de rastrear. Para visualizar mejor el tipo de civilizaciones que estamos buscando, vamos a pensar en el modelo que teorizó el astrofísico ruso Nicolai Kardashev que las dividió en tres tipos según la cantidad de energía que debía consumir cada uno de estos tipos de civilización.
Tipo 1: Una civilización de tipo I es aquella que ha conseguido controlar y perfeccionar todas las formas de producción energética que se pueden encontrar en la tierra y que parten de fuentes renovables: Energía solar, eólica, hidroeléctrica, etc. Este tipo de civilización es capaz de producir miles de millones de veces la energía que produce la tierra en estos momentos. Con el nivel de crecimiento energético actual muchos científicos consideran que la tierra podría llegar a ser una civilización de Tipo I en aproximadamente 200 años.
Tipo 2: Una civilización de tipo II es aquella que como la civilización de tipo I explota toda fuente de energía renovable que existe en la tierra pero que necesita más y para ello sale al espacio a buscarla. Una civilización de este calibre sería capaz de recubrir toda una estrella con una esfera para captar toda la energía que ella emite sin generar ningún tipo de desperdicio. Una civilización de este tipo está tan avanzada que no debería ser difícil de encontrar gracias a toda esa cantidad de energía que consume.
Tipo 3: Una civilización de tipo III teóricamente no tendría suficiente energía con toda la que produce su estrella y tendría que recubrir más estrellas para poder seguir creciendo. Una civilización de tipo III tendría tanta energía que no le resultaría complicado desarrollar la tecnología para crear naves que viajen (casi) a la velocidad de la luz. Sería una civilización prácticamente indestructible ya que ante cualquier tipo de “catástrofe galáctica” tendrían alternativas de escape. Una civilización de tipo III manejaría cantidades de energía equiparables a las producidas en las supernovas y podría colonizar toda una galaxia en unos cuantos miles de años.
Entendiendo que el desarrollo tecnológico sumado a un incremento considerable de la población requiere un aumento exponencial de energía, la evolución natural de toda civilización sería escalar estos niveles y pasar de ser una civilización tipo 0 (lo que es actualmente la tierra) hasta ser una tipo 3 (la más avanzada). Habiendo más de 100.000 civilizaciones inteligentes según Drake en nuestra galaxia sería factible pensar que alguna de ellas se encontrara en una fase dos o incluso en una fase 3. Entonces… ¿por qué no las vemos? ¿Cómo es posible que haya grandes probabilidades de que existan civilizaciones así y que todavía no sepamos nada de ellas?
Existen dos corrientes de pensamiento que dan respuesta a estas preguntas, es aquí cuando llega lo verdaderamente misterioso.
Respuesta 1: No existen civilizaciones avanzadas o existen muchas menos de las que se creen
Las personas que apoyan la respuesta 1 miran los resultados de la ecuación de Drake y otras estimaciones de científicos de todo el mundo que la apoyan, los comparan con los resultados obtenidos en las búsquedas hasta ahora (es decir 0) y se dan cuenta de que algo no cuadra. Es entonces cuando dicen; “La ecuación de Drake es errónea y no existen tantas civilizaciones como se creen” o los más radicales: “No existen más civilizaciones avanzadas”.
¿Cuál podría ser el motivo de esto? Una de las opciones más populares es la hipótesis del gran filtro formulada en 1998 por Robin Hanson. Una hipótesis que habla de un evento en la historia de las civilizaciones que “trunca” su desarrollo en algún momento indeterminado de la evolución hacia una civilización de Tipo III. Este “evento” podría ser de origen natural (el estallido de una supernova, un púlsar, un agujero negro…) o artificial (una guerra mundial, ultra-contaminación, IA, un virus mortal diseñado por el hombre…)
Teniendo en cuenta la hipótesis del gran filtro y que nuestra civilización sigue viva se abren tres posibilidades:
Somos la civilización más avanzada: Esta posibilidad, aunque parece improbable, implicaría que en estos momentos somos la civilización más avanzada o una de las más avanzadas del universo. De ser así puede que ni siquiera exista el gran filtro y que es una simple cuestión de tiempo que nosotros y otras civilizaciones que se encuentran detrás, desarrollemos la tecnología suficiente que permita descubrir que no estamos solos. Se cree que es una posibilidad improbable ya que el sistema solar es muy joven en comparación con la edad del universo y más concretamente en comparación con otros sistemas planetarios.
Ya hemos pasado el gran filtro: Esta opción viene a decir que nuestra civilización ha caído en una especie de “suerte cósmica” que nos ha permitido pasar el gran filtro, un filtro que, o no lo ha pasado ninguna civilización más o lo han hecho muy pocas y por lo tanto los resultados de la ecuación de Drake serían totalmente erróneos, habría muchas menos civilizaciones y eso explicaría “el gran silencio del universo”. Este gran filtro podría ser simplemente que las condiciones que se dan en la tierra son tan excepcionales que no se dan en ningún otro lugar del universo o que las condiciones para que se produzca la vida o la vida avanzada son realmente extrañas, hasta el punto de que no se hayan dado en ninguna otra parte.
Todavía no hemos pasado el gran filtro: Esta opción es la más estremecedora, significa que tenemos el filtro por delante y que nos dirigimos irremediablemente en su dirección. Otras civilizaciones de otros sistemas se habrían tenido que enfrentar también a este gran filtro con catastróficas consecuencias que les habrían llevado a la extinción o hacia un retroceso tecnológico y evolutivo impresionante. Este gran filtro podría ser desde una guerra mundial hasta el desarrollo de una Inteligencia Artificial que extermina una civilización, pasando por todo tipo de desastres naturales. La cuestión es que este gran filtro se produce antes de que la civilización llegue a controlar de manera avanzada los viajes espaciales, es decir, antes de llegar a ser una civilización de Tipo II avanzada o Tipo III. (El nivel tecnológico que consiguen esas civilizaciones sería tan avanzado que les permitiría sobrevivir a casi cualquier tipo de desastre gracias a la colonización interplanetaria)
Respuesta 2: Existen otras civilizaciones muy avanzadas pero hay motivos lógicos por las que no podemos verlas
Existen personas que opinan que el planeta tierra y el ser humano no son ninguna excepción y que las posibilidades de que existan otras civilizaciones avanzadas e incluso mucho más avanzadas que la nuestra son muy altas. Hay quienes no solo apoyan la ecuación de Drake sino que también teorizan con la posibilidad de que los resultados de esta ecuación sean incluso menores de lo que puede esconder la realidad.
¿Por qué hacemos una ecuación para encontrar civilizaciones avanzadas en la que se tengan en cuenta condiciones naturales como las de la tierra o el ser humano? ¿No podrían existir formas de vida que estén formadas por otros compuestos y que respiren otros gases? De hecho ya se ha demostrado que dentro de la tierra la vida puede aparecer donde menos te lo esperas, dede lugares helados con temperaturas muy por debajo de los cero grados, hasta en chimeneas oceánicas a gran profundidad soportando altas temperaturas y una gran presión. ¿Por qué no habría de ser entonces posible que existiera vida así en otros planetas y que esta llegara a evolucionar en seres racionales?
Las personas que son de este grupo de opinión, lo que no pueden negar es que cada vez que buscamos pruebas en el espacio no encontramos nada que pueda apoyar esta hipótesis. Entonces, si existen y no los podemos ver ¿A qué se debe? Estas son algunas de las posibles teorías:
Ya sabemos de su existencia pero el gobierno nos la oculta: La teoría preferida de los amantes de las conspiraciones. ¿Es posible que los gobiernos sepan más de lo que nos cuentan en este sentido? ¿Es posible que hayamos captado rastros de estas tecnologías y no los hayan querido revelar? Quien sabe…
Existen civilizaciones avanzadas pero no quieren interferir: Puede que existan civilizaciones avanzadas en nuestra galaxia y que simplemente tengan un “pacto” o un “tratado” para no interferir en civilizaciones primitivas como la nuestra. La tierra sería para ellos una especie de reserva donde observar el comportamiento de las civilizaciones en fases subdesarrolladas y por supuesto no les interesaría interferir ya que con ello modificarían el ritmo de nuestra historia.
Estamos buscando señales equivocadas: Otra opción interesante y bastante racional puede consistir en que simplemente estamos buscando las señales que no debemos. Consideramos que es lógico buscar ondas de radio ya que lo consideramos una de las primeras formas de comunicación que se pueden desarrollar, pero ¿y si utilizan otra totalmente diferente y que es prácticamente “invisible” para nuestros sistemas de detección? Puede que aún nos falten años hasta desarrollar la tecnología necesaria para tal misión…
Hay una super-civilización dominante y depredadora: Los seres humanos lo han hecho durante toda su historia: conquistar, aniquilar y saquear los recursos. ¿Es posible que una civilización avanzada se comporte así a nivel interplanetario? Si fuera así, eso podría explicar los nulos resultados buscando vida inteligente fuera de nuestro planeta. Por un lado esta super-civilización estaría acabando con otras civilizaciones de otros planetas y por otro lado otras civilizaciones que conozcan la presencia de esta especie depredadora ocultarían sus señales al exterior para no acabar siendo sus víctimas. Ya son muchos los científicos como Stephen Hawking los que han advertido de los peligros de enviar “mensajes” al espacio…¡no sabemos quien los puede recibir!
Estamos en una parte de la Galaxia “poco transitada”: Quizás la ecuación de Drake esté en lo cierto pero puede que precisamente la zona de la Galaxia en la que nos encontramos es una “zona de nadie”, un lugar poco transitado, con poco interés para el resto de civilizaciones.
No entendemos nuestra realidad: Puede que todo sea una especie de “Matrix”, que vivamos en una especie de sueño inducido y que por eso haya tantas preguntas sin respuesta y aparentes contradicciones de lo que observamos y lo que calculamos.
Las civilizaciones super-avanzadas no tienen interés en “colonizar” la galaxia: Cuando pensamos en civilizaciones super-avanzadas nos las imaginamos expandiéndose por toda la galaxia. ¿Y si no es así? Puede que estas civilizaciones se sientan lo suficientemente cómodas es sus respectivos planetas y por ello ni se plantean el salir al espacio a colonizar otros sistemas.
Fuente: Supercurioso