El desayuno es el futuro de la comida rápida, y las cadenas ya han empezado una guerra por conquistarlo
Wendy’s, la famosa cadena de restaurantes de comida rápida que se sitúa en el séptimo puesto del ránking de franquicias más rentables de Estados Unidos, ha anunciado que peleará contra McDonalds, la tercera, por el nicho matutino. Invertirán millones de dólares en sándwiches de hamburguesa, bacon y huevo, entre otros, para saciar el apetito de los madrugadores.
¿A qué se debe esta pelea? Porque, como ha explicado Jeffrey Bernstein, analista en Barclays, a día de hoy el 25% de las ventas y el 40% de los beneficios que percibe anualmente McDonalds provienen de este segmento. Si bien cadenas como Starbucks o Dunkin’ Donuts siempre han tenido de forma natural a cubrir este espectro, cada vez más restaurantes de menús de comidas y cenas, como Burger King o Taco Bell, se están volcando en este punto.
El daño que hicieron Uber y Deliveroo: los modelos de consumo del fast food están cambiando. Cada vez menos gente se acerca a los restaurantes de comida rápida para almorzar, y, dado que el desayuno es el único segmento de comidas que sigue creciendo en beneficios, puede ser un buen refugio. Según los expertos hay que responsabilizar de este cambio a las apps de comida a domicilio, que crecen a nivel mundial a un ritmo del 14% anual y que cuenta ya con mercados absolutamente consolidados y absorbidos, como el chino.
Ante este crecimiento, las franquicias se ven más condicionadas a justificar una de sus características con la que no cuentan muchos de sus competidores: los locales físicos, grandes establecimientos en algunas de las esquinas más cotizadas de cada ciudad. Ampliar el repertorio de comidas para optimizar su presencia parecía el siguiente y lógico paso. Es algo que, como ya explicamos, no le está ocurriendo únicamente a los locales franquiciados, sino a todo comercio de restauración que quiera sobrevivir en los centros de las grandes capitales.
La democracia nos trajo el desayuno basura: McDonalds es el rey indiscutible de los desayunos de comida rápida. Lo es a nivel de cifras de venta pero también en la batalla por el cariño del público. Aunque hay artículos anteriores que ya analizaban la oportunidad comercial del desayuno, fue en 2013-2015 cuando los de los arcos dorados se dieron cuenta, vía Twitter y multitud de plataformas de recogidas de firmas, que la gente adoraba sus Egg McMuffins, pero que se lamentaba por que este plato sólo se sirviese por las mañanas.
Miles de borrachos sufrían tras despertarse a las dos o a las tres de la tarde por no poder pedirse la cura de sus resacas: un bocadillo inglés con mantequilla, lomo, queso y un huevo perfectamente redondo. En 2015 la “comida reconfortante” favorita de la Norteamérica trasnochadora así como otros platos se ganaron la ampliación de su servicio a las 24 horas. El Egg McMuffin se convirtió en el menú más solicitado de la compañía año tras año, y ahí empezó la carrera del resto de cadenas, a la que ahora se une Wendy’s, por ofrecer a todas horas los mejores desayunos del mundo.
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