La extraña criatura que habita en una laguna de Sierra Nevada
Cuenta la leyenda que en una laguna de Sierra Nevada habita una ondina, esto es, espíritus femeninos o ninfas asociadas a masas de agua dulce, como lagos, ríos, estanques o fuentes que, según la mitología griega, tienen por costumbre, como muchas otras criaturas, hacer de viajeros descarriados sus presas. Se sienten perdidos, desorientados, y ellas se acercan a atraparles haciendo uso de su belleza y sus encantos.
La Laguna de Vacares, en Sierra Nevada, es un recóndito paraje que perfectamente podría haber sido sacado de un cuento de hadas. Muchas historias relatan que ese lugar de tal belleza ha sido tumba, en más de una ocasión, de quienes se han perdido en la montaña. La ondina de Vacares les atrae, les seduce para después arrastrarles al agua con una fuerza sobrehumana y allí devorarles sin la menor compasión.
Sin embargo, en una de esas ocasiones la ondina se enamoró de un hombre que se acercaba a su laguna. En esta ocasión usó sus encantos para convertirlo en su amante, y él quedó eclipsado como los demás. Se quedó con ella hasta darse cuenta de estaba rodeado de los restos de todos los hombres que fueron allí antes que él. Presa del miedo, huyó en el momento en que el hermoso monstruo tuvo un descuido. Ella intentó atraparle, pero le fue imposible al no poder alejarse del agua, y desde entonces su crueldad fue aún mayor, y decidió no volver a tener piedad con nadie.