China asegura tener una IA capaz de detectar cabezas nucleares

La tecnología que puede cambiar las reglas de la guerra
China acaba de revelar un sistema de inteligencia artificial capaz de hacer lo que, hasta ahora, parecía exclusivo del espionaje o la ciencia ficción: detectar si una cabeza nuclear es real o un señuelo. Según The Economic Times, se trata de la primera herramienta de verificación de armamento nuclear en el mundo impulsada por IA, una innovación que podría transformar la manera en que se gestionan los tratados de desarme y verificación internacional.
El sistema fue desarrollado por investigadores del Instituto de Energía Atómica de China (CIAE), institución que es clave en el programa nuclear chino y tiene como base un protocolo propuesto hace más de una década por científicos tanto chinos como estadounidenses. El objetivo es usar IA para superar los límites técnicos, políticos y estratégicos del control de armamentos.
Algoritmos, neutrones y simulaciones masivas
El sistema que fue nombrado como «Esquema Técnico de Verificación para el Algoritmo de Aprendizaje Profundo Basado en el Protocolo Interactivo de Conocimiento Cero», se conforma de varias capas. En términos simples, la IA aprende a distinguir ojivas auténticas de falsas a través de millones de simulaciones de componentes nucleares. Algunos tienen uranio apto para armas; otros, materiales de bajo enriquecimiento o plomo.
La red neuronal fue entrenada para identificar patrones en el flujo de neutrones generados por estos objetos. Para proteger los secretos militares, los investigadores colocaron una barrera de polietileno con 400 agujeros entre el arma y el detector. Así, la IA no accede a los planos ni a la geometría del arma, pero puede verificar su capacidad de reacción en cadena, el verdadero corazón de una bomba nuclear.

De acuerdo con The Economic Times, la precisión del sistema es altísima y la combinación de inspecciones aleatorias con datos ocultos reduce al mínimo las posibilidades de engaño.
Tecnología disruptiva en un entorno de desconfianza
Este avance surge en medio de un estancamiento prolongado en las negociaciones sobre armas nucleares entre China y Estados Unidos. Beijing argumenta que su arsenal (estimado en unas 600 ojivas) es mucho menor que el de Washington (3,748) y ha mostrado escepticismo frente a los sistemas de verificación heredados de la Guerra Fría.
El CIAE reconoce que solo se ha resuelto uno de los tres grandes obstáculos del proyecto: el entrenamiento de la IA con datos sensibles. Aún quedan por superar la resistencia interna de las autoridades militares que están temerosas de filtrar información clasificada y la desconfianza externa, en particular de Estados Unidos, frente a este tipo de soluciones tecnológicas. Los investigadores proponen que el software sea desarrollado y sellado en conjunto por las partes involucradas en cualquier proceso de verificación.
El control humano de armas nucleares no es una prioridad en Beijing
Mientras China presume su capacidad tecnológica, mantiene una postura ambigua y para muchos, alarmante, sobre el uso militar de la IA. Según The Times of India, durante la cumbre REAIM 2024 celebrada en Seúl, China se negó a firmar el «Blueprint for Action», un acuerdo no vinculante que busca garantizar que las decisiones relacionadas con armas nucleares permanezcan exclusivamente bajo control humano.

Más de 60 países, entre ellos Estados Unidos y Reino Unido, firmaron el documento. China no. De acuerdo con Firstpost, también rechazó una propuesta directa de Washington para limitar el rol de la IA en el lanzamiento de armas nucleares. Esto contrasta con la postura de países aliados y organizaciones internacionales que insisten en que las decisiones sobre armas de destrucción masiva deben mantenerse fuera del alcance de sistemas autónomos.
La desconfianza no es nueva. La Unión Soviética llegó a desarrollar un sistema automático de lanzamiento nuclear conocido como «Mano Muerta«. Rusia todavía lo conserva.
China sostiene que su innovación está pensada para fortalecer el control de armas, no para debilitarlo. Según The Economic Times, la tecnología podría convertirse en una herramienta clave para revivir tratados internacionales. Pero también podría ser una carta de negociación en la pugna por el dominio estratégico global.
FUENTE
XATAKA MEXICO