ALGUNAS PELÍCULAS DE MISTERIO QUE SE BASARON EN HECHOS REALES por Raul Sanchidrian
El mundo del misterio es para el cine, lógicamente, un terreno abonado para la creación de atractivas e interesantes historias. Los guionistas aprovecharán cualquier elemento a su alcance, ya sean casas encantadas, exorcismos, zombies, ovnis, desapariciones o apariciones, asesinatos, suicidios, etc. Hoy os hablaremos de algunas películas de calidad que se basaron en hechos reales.
“EL ENTE”, Sidney J. Furie, 1981.
Basada en la novela homónima de Frank Defelitta (1978), describe como Doris Bither sufrió violaciones por parte de un ente durante años. En la casa se producían, además, sucesos relacionados con el fenómeno poltergeist.
“AUDREY ROSE”, Robert Wise, 1977.
De nuevo una novela de Frank Defellita (1975) se basó en el hecho de que el propio hijo de Defellita sabía tocar de manera magistral el piano a los cinco años, sin haber dado nunca clases. El niño recordaba una supuesta vida anterior en que habría sido pianista.
“EXTRAÑAS APARICIONES”, Peter Cormwell, 2009.
Tras la novela “En un lugar oscuro: La historia de una verdadera aparición” de Ray Garton (1992) está la historia de la familia Parker, que se mudó a su nueva casa en Harford, Connecticut. La casa era una antigua funeraria en la que sus antiguos ocupantes realizaron actividades relacionadas con la nigromancia y la necrofilia. Los Parker veían fantasmas, dos mujeres bailando, oían ruidos extraños, similares a cadenas y eran visitados por dos demonios, uno muy delgado, con cabello negro y largo y ojos azabaches y otro con pelo blanco, ojos blancos y con sus pies siempre en movimiento.
“LA SERPIENTE Y EL ARCO IRIS”, Wes Craven, 1988.
Clairuius Narcisse era un haitiano que fue envenenado con una mezcla de drogas naturales que le hicieron parecer muerto. Lo desenterró un Bokor (brujo) que le suministró un alucinógeno a base de Datura. Obligado a trabajar durante dos años en una plantación, junto a otros zombies esclavos, recuperó la cordura tras el asesinato del brujo. Se dice que el instigador de estos hechos fue su propio hermano, por la disputa que mantenían tras la venta de unas tierras heredadas.
“CAÑITAS”, Julio César Estrada, 2007.
Unas personas jugaron con una ouija en una casa en la calle Cañitas, nº 51, del barrio de Popotlá en Ciudad de Méjico. Todos los presentes fueron muriendo de maneras extrañas y muy sospechosas.
“AL FINAL DE LA ESCALERA”, Peter Medak, 1980.
Colorado, 1960. Un músico se hospeda en una casa, durante muchos años desocupada, cedida por una fundación. Descubre una habitación secreta y, a partir del momento de su apertura, se sucedieron hechos extraños, del tipo poltergeist. La casa fue objeto de estudio en las áreas del espiritismo, la psicografía y la psicofonía.
Ya sabéis, a verlas, cacaricuétanos. Espero vuestros comentarios.
Raúl Sanchidrián
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