10 tumbas ESCALOFRIANTES del mundo
¿Qué hace espeluznante una tumba? No es el hecho de que haya un muerto en ella, si así fuera a nadie le gustaría ir a los cementerios, y la verdad es que son hasta sitios de interés turístico en muchas partes del mundo, y pueden funcionar como áreas recreativas y para la realización de actividades quizás no tan inocentes.
Quizás lo que genera temor tiene más que ver con la historia del fallecido, antes, y a veces después, de la muerte, como podría ser el caso de las 10 tumbas escalofriantes que vamos a presentarte a continuación.
1. La cripta de la familia Chase
Cuando Thomas Chase murió en la isla caribeña de Barbados, en 1813, sus restos fueron llevados a la cripta familiar, que no había sido abierta desde 1808, cuando fue colocado allí el cuerpo de Mary Ann Chase. Al abrirla se encontraron con que los féretros habían sido movidos de sus sitios, aunque no se habían llevado nada.
Las urnas fueron colocadas en su sitio y la cripta sellada nuevamente, por lo que fue una sorpresa, al abrirla tres años después para otro entierro, volver a encontrar los féretros desplazados de sus sitios. Esta vez las autoridades de la isla decidieron colocar arena en el piso antes de sellar nuevamente la cripta, pero el misterio continuó, pues al abrirla tres años después, en 1819, volvieron a encontrar los féretros fuera de su sitio, y ninguna huella en la arena. A partir de entonces la familia sacó a sus muertos de allí, y la cripta permanece abandonada.
2. El cementerio de Uralmash
Es uno de los dos cementerios de la ciudad rusa de Ekaterimburgo (la más importante de los Urales) y en la que se encuentran enterrados numerosos mafiosos muertos en las luchas entre bandas por el control de la ciudad.
Las lápidas de los miembros de las bandas pueden ser de hasta 3 metros de altura, con una imagen de cuerpo entero y tamaño natural de los yacientes. Estas tumbas están vigiladas por cámaras para evitar que las tumbas sean profanadas por rivales.
3. Georges Rodenbach (1855-1898)
Fue un poeta belga, parte del movimiento simbolista cuya tumba se encuentra en el famoso Père Lachaise, el cementerio parisino donde figuran figuras tan célebres como Molière, Jim Morrison, Oscar Wilde y Edith Piaf, entre tantos otras.
Se incluye entre las tumbas escalofriantes la de Rodenbach, porque en la misma hay una escultura que representa al poeta saliendo de la tumba, lo que hace pensar más en zombis que en la trascendencia literaria sobre la muerte.
4. Tumba de la princesa Demidoff
Se encuentra también en el Père Lachaise. La baronesa Élisabeth Alexandrovna Strogonoff se casó en 1796 con el conde Demidoff y tomó el nombre de Élisabeth Demidoff, nombre con el que fue enterrada en 1818 en el cementerio parisino.
Hay una leyenda en torno a su tumba: se dice que la princesa ofreció toda su fortuna a cualquiera que pudiera resistir determinado número de días en su mausoleo (algunos hablan de 365 y otros de 7). Aparentemente nadie lo logró.
5. El beso de la muerte
Se trata de una escultura de una tumba de 1930 que se encuentra en el cementerio de Poblenou, en Barcelona. En ella reposan los restos de Josep Llaudet Soler y está considerada entre las tumbas escalofriantes porque ostenta una escultura que representa a un esqueleto alado, la muerte, besando mortalmente a un hombre.
6. La tumba de Inez Clarke
Otra escultura algo menos macabra pero igualmente considerada entre las tumbas escalofriantes es la que acompaña a la tumba de Inez Clarke, en el cementerio de Graceland, en Chicago.
Inez tenía 6 años en 1880, cuando murió a causa del impacto de un rayo durante una tormenta (participaba en un picnic con su familia), y mandaron a hacer una escultura de la niña de tamaño natural, colocada en una caja de cristal para protegerla de los elementos.
Visitantes del cementerio afirman haber escuchado un llanto infantil en las proximidades de la estatua, y hay relatos de niños que estuvieron jugando con una niña vestida de modo extraño.
7. La tumba de Mary “Kitty” Jay, en Devon Inglaterra
No parecería apta para ser considerada entre las tumbas escalofriantes porque parece apenas un montículo con una lápida sencilla, bastante solitaria en un cruce de caminos. Aparentemente Kitty Jay fue una muchacha que se suicidó en 1700, por lo que se le negó el derecho a ser enterrada en suelo consagrado.
Sin embargo, alguien en el más allá se apiadó de ella y se dice que suelen encontrarse flores frescas en la tumba, sin que se sepa su procedencia.
8. Cementerio Mount Auburn
Hay tumbas escalofriantes porque nos recuerdan que la muerte puede llegar demasiado temprano, como la de una en el cementerio Mount Auburn, en Boston, que reproduce la cama cuna de un niño. Es una tumba del siglo XIX, cuando la mortalidad infantil en Estados Unidos era bastante alta.
9. La tumba de Harry Thornton
Hay otras tumbas escalofriantes que además pueden generar melancolía, como la de Harry Thornton, víctima de la gripe española en 1918.
Thornton era un pianista de 35 años y como homenaje reprodujeron su instrumento en la tumba, que hoy en día luce deteriorado por el tiempo. También las tumbas mueren.
10. Rosalía Lombardo (1918.1920)
Fue apodada post mortem la “bella durmiente” debido a que sus padres la momificaron y se ha conservado de un modo extraordinario.
El embalsamador fue el químico Alfredo Salafia y un estudio reciente con rayos X mostró que incluso los órganos internos se han conservado bastante bien. Estuvo durante un tiempo en la Catacumba de los capuchinos en Palermo.
La abundancia de tumbas escalofriantes son una manifestación más de que la muerte sigue siendo un escándalo para los seres humanos, y provoca las reacciones más variadas.