Podríamos estar viviendo en un zoológico galáctico dirigido por extraterrestres
¿Estamos solos? ¿Dónde están las demás civilizaciones? La paradoja de Fermi, la razón por la que aún no hemos contactado con otra civilización inteligente, fue formulada en 1950 por el físico italiano Enrico Fermi. ¿Por qué no lo hemos hecho ya? Al menos la humanidad debería haber detectado algunas ya; sin embargo, no hemos recibido ninguna señal que confirme o desmienta que no estamos solos en el cosmos.
Ahora, convocados en el Museo de ciencia de París Cité des Sciences et de l’Industrie por un organismo denominado METI (Enviando mensajes a una inteligencia extraterrestre), investigadores de diversos campos científicos como la astrofísica, la biología o la historia, han planteado la posibilidad de que los extraterrestres permanezcan a una distancia prudencial ante el impacto que esta civilización inteligente pueda tener en la humanidad.
Según Florence Raulin Cerceau, copresidenta del taller y miembro de la Junta Directiva de METI que expone que el taller se organizó para debatir la Paradoja de Fermi, «este rompecabezas de por qué no hemos detectado vida extraterrestre se ha discutido a menudo, pero en el enfoque único de este taller, muchas de las charlas abordaron una controvertida explicación sugerida por primera vez en la década de 1970 llamada la hipótesis del zoológico».
¿Y qué hay de El Gran Silencio? ¿Por qué no nos han contactado?
«Quizás los extraterrestres estén observando a los humanos en la Tierra, al igual que observamos animales en un zoológico. ¿Cómo podemos hacer que los cuidadores galácticos se revelen? Si fuéramos a un zoológico y de repente una cebra se volviera hacia nosotros, nos mirara a los ojos y comenzara a lanzar una serie de números primos con su casco, eso establecería una relación radicalmente diferente entre nosotros y la cebra, y sentiríamos obligado a responder. Podemos hacer lo mismo con los extraterrestres transmitiendo señales de radio potentes, intencionadas y ricas en información a las estrellas cercanas», comenta Douglas Vakoch, presidente de METI.
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